La Semana Mundial de la Lactancia materna se celebra en más de 120 países, del 1 al 7 de agosto, aniversario de la Declaración de Innocenti, firmada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) sobre la protección, el fomento y apoyo de la lactancia materna, organizado por WABA que es una red mundial de organizaciones y de personas que creen en el derecho a la lactancia materna.
Este año 2020 la SEMANA MUNDIAL está centrada en el impacto de la alimentación infantil sobre el medio ambiente y el cambio climático y la necesidad urgente de proteger, promover y apoyar la lactancia materna para la salud de las personas y del planeta.

La lactancia materna es un acto natural y ecológico, es un recurso renovable, gratuito, sostenible, que no genera contaminación ni desperdicio.
Por lo tanto, esta semana mundial de la Lactancia materna nos destaca ese vínculo entre la lactancia materna y el planeta del que formamos parte, en crisis por el cambio climático, inseguridad alimentaria y la pandemia de COVID- 19.
Objetivos planteados para esta SMLM:
- Informar a las personas sobre la relación entre la lactancia materna y el medio ambiente, biodiversidad /cambio climático.
- Anclar la lactancia materna como una decisión climáticamente inteligente.
- Comprometerse con personas y organizaciones para lograr un mayor impacto. Como responsabilidad individual y social.
- Impulsar acciones para mejorar la salud del planeta y de las personas a través de la lactancia materna.
La leche materna (humana) ofrece ventajas insuperables tanto para el niño como para la madre. Organizaciones expertas (Organización Mundial de la Salud- OMS, Organización Panamericana de la Salud- OPS- UNICEF entre otras) recomiendan amamantar de manera exclusiva (sólo leche materna, ni siquiera ofrecer agua) durante los primeros seis meses de vida y junto con la alimentación complementaria, durante los primeros dos años de vida o más.
Beneficios de la lactancia materna:
Para el bebé:
Protección contra las infecciones: los anticuerpos y los factores celulares que la madre trasmite al bebé a través de la leche materna disminuyen la incidencia de infecciones respiratorias, del oído y meningitis.
Reduce el riesgo de alergias, asma, diabetes, obesidad y el síndrome de muerte súbita del lactante.
Nutrición: los componentes de la leche materna -lactosa, proteína (suero y caseína) y grasa- a menudo denominados la “comida perfecta” para los bebés, son fácilmente digeribles por el sistema digestivo, todavía inmaduro, del recién nacido, en especial, en el prematuro.
Los bebés amamantados tienen menos problemas digestivos (diarrea, estreñimiento) que los alimentados con fórmula láctea.
La leche materna también contiene las vitaminas y minerales que necesita un recién nacido. Contiene vitamina D, la cual también se fabrica en el organismo cuando la piel se expone a la luz solar. La Academia Americana de Pediatría recomienda administrar suplementos de vitamina D a todos los bebés amamantados durante los primeros meses de vida.
Los componentes más complejos -con funciones muy importantes en el sistema neurológico e inmunológico- de la leche materna son difíciles de fabricar artificialmente.
La leche materna es gratuita y debido a sus propiedades inmunitarias y a los anticuerpos que contiene, los bebés amamantados se enferman menos que los alimentados con leche artificial. Esto implica menos visitas a la consulta del pediatra, lo que significa menor cantidad de gastos y menor necesidad de comprar medicamentos. Asimismo, las mujeres que amamantan a sus hijos faltan menos al trabajo, para cuidarlos cuando están enfermos.
Exposición a sabores diferentes: por lo general, una madre lactante necesita 500 calorías adicionales diarias de una dieta equilibrada y variada, para producir leche materna, lo que significa que deberá ingerir una amplia variedad de alimentos. Esto permite que los bebés puedan probar diferentes sabores a través de la leche materna, pues amamantados, su sabor varía en función de lo que haya comido la madre.
Disponibilidad: sin tener que hacer carreras de última hora al supermercado, la leche materna siempre está disponible y lista para tomar. Y tampoco hace falta calentar biberones a media noche. A las madres que amamantan a sus hijos también les resulta más fácil estar activas, sabiendo que podrán alimentarlos en cuanto los bebés tengan hambre.
Bebés más inteligentes: estudios sugieren que los niños alimentados exclusivamente con leche materna tienen mejor coeficiente intelectual que los alimentados con fórmulas.
Contacto “piel a piel”: las madres disfrutan enormemente de la íntima conexión que establecen con sus bebés cuando los amamantan, lo que contribuye a afianzar el vínculo emocional que se establece entre madre e hijo.
Para la madre:
La capacidad de alimentar al bebé sin necesidad de administrarle ningún otro nutriente ayuda a la madre a ganar seguridad en sí misma sobre su capacidad para cuidar a su hijo, recuperan su peso previo al embarazo más rápido, por la calorías utilizadas para la síntesis de leche. La lactancia materna ayuda a reducir el riesgo de cáncer de mama, útero y de ovarios.
Con la lactancia materna, TODO es ganancia y beneficios, no hay desventajas y recuerda el slogan de este año…
“APOYE LA LACTANCIA MATERNA POR UN PLANETA SALUDABLE”
Autora:
Dra. Dalmacia Noguera. Pediatra nutrólogo. Consejera en Lactancia materna UNICEF.

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Referencias:
-Organización Mundial de la Salud
-UNICEF
-WABA
-Academia Americana de Pediatría.