
John Dillermand (que en español significaría John hombre-pene) es una caricatura infantil de un programa de televisión pública danesa, que trata de un polémico personaje que utiliza su aparato genital masculino como si de un objeto con superpoderes se tratara. Con su pene puede controlarlo todo: desde izar una bandera, pasear a su perro, cocinar o grabar murales.
En este sentido, los creadores de esta serie de televisión, que han dedicado al programa a niños de entre 4 a 8 años, indican que “la serie reconoce el interés de los niños sobre su cuerpo, lo divertido y lo vergonzoso.” Comentan que “los niños se pueden identificar con el protagonista, pues este tiene una mentalidad infantil, curiosa y bondadosa”. Pero en realidad, esta persona no es un niño, es un adulto, pues sus rasgos, como su bigote así lo reflejan.
De este modo, nos encontramos con varias interrogantes. Ésta serie refleja que el protagonista es un hombre, que no puede controlar su pene, pues este actúa como si tuviese una mente propia y “se mete en problemas”.
Qué mensaje le estamos transmitiendo a los niños?
¿Acaso es que los hombres no son capaces de controlar su pene y eso los puede meter en problemas? Si extrapolamos ese mensaje a la vida real, ¿Qué pasaría, si un hombre decide violar a una mujer u a otro hombre y se excusa de que éste “no puede controlar su pene”? ¿Es realmente ese el mensaje que queremos transmitirles a los niños?
Justamente cuando estamos viviendo una etapa en dónde reconocemos que ningún deseo sexual puede llevarnos a irrespetar y transgredir a otra persona. Si alguien lo hace, realmente esa persona podría estar acarreando una patología mental, por lo cual, requeriría ayuda psiquiátrica y/o psicológica, y adicionalmente, estaría incurriendo en un delito, por tanto, también requeriría pagar las consecuencias de la ley. Pero si en vez de darles este mensaje, hacemos ver qué está bien meterse en problemas por el uso del pene, porque es común y es gracioso, estamos dando un mensaje que va a pesar muchísimo en esos niños, quienes crecerán con esa distorsión cognitiva.

El problema con la distorsión de la imagen corporal
Por otra parte, este personaje utiliza su miembro genital para realizar tareas comunes como “sacar a pasear a los perros, encender una parrilla, comer…” ¿Y esto en realidad es algo que se pueda hacer con esta zona del cuerpo? La respuesta es NO. Cada parte del cuerpo tiene una función específica, así como no caminamos con las manos, ni comemos con las orejas, no tiene sentido que los niños observen que una persona puede manipular sus genitales para realizar actividades cotidianas, pues están observando una distorsión sobre el cuerpo.
Por lo tanto, ¿Qué pasaría cuando un niño, en la vida real, intente encender una parrilla utilizando su pene? ¿Qué pasaría cuando si lo saca y lo enseña a otras personas? ¿Qué pasaría si otra persona intenta que el niño vea o toque algún órgano sexual de un adulto? Entonces acá caemos en un tercer tema, y es la prevención del abuso sexual infantil.

Cómo podemos prevenir el abuso sexual infantil?
Tenemos que enfocarnos en enseñar a los niños a no ser víctimas y tampoco ser los victimarios. Por lo tanto, es parte de la educación sexual integral, enseñar a los niños cuáles son las zonas del cuerpo, utilizar su nombre real, sin apodos ni tabúes, conocer la función de cada parte de su cuerpo, reconocer cuáles son las zonas que deben ser privadas, cuáles son aquellas que otras personas no deben verles ni tocarles, ni tampoco debe permitir que una persona le haga ver o tocar estas zonas en otras personas.
Entonces, realmente cualquier contenido que intente ser educativo o recreativo para los niños, debería pasar por un estricto proceso de revisión y supervisión antes de ser sacado al aire, por profesionales del área que puedan evaluar cuáles serían las consecuencias positivas y negativas que traerían este tipo de caricaturas hacia el desarrollo integral de los niños, sobre todo de aquellos que se encuentran en la primera infancia, pues son aún más vulnerables y moldeables debido a su neuroplasticidad cerebral.
Para finalizar, les dejamos un comentario sobre la serie del “hombre con el pene más largo del mundo” realizado por el portal lavanguardia.com
No es la primera vez que la cadena pública danesa se convierte en el centro de la críticas. En otra ocasión, transgredió metiendo a Onkel Reje en su programación infantil, cuando se trataba de un personaje que maldice, fuma en pipa y evita los baños. O cuando en 2012 incluyó a otro personaje en Gepetto News donde reveló su afición por el travestismo. Por no mencionar el programa Ultra Smider Tøjet, en el que adultos desnudos se presentan ante niños de 11 a 13 años para contestar toda clase de preguntas.
Todo esto nos deja una pregunta importante. Qué es lo que los medios de comunicación social intentan implantar en la mente de los niños? Es por eso que a nosotros, como adultos responsables, nos toca supervisar continuamente a qué cosas están expuestos nuestros niños.

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Autora:
Lcda. Jehiveh Mendoza FPV-12.145
TíaPsicóloga
