Eres una maravilla de mujer pero no la mujer maravilla.

Y justo que hoy se celebra el día internacional de la mujer, veo ideal hablar de las mujeres que en algún momento de nuestras vidas, nos creemos o nos hemos creido wonder woman o mujer maravilla…

Y es que si, por supuesto que eres una mujer y una mamá increíble y maravillosa, y que muy probablemente eres una súper heroína, pero créeme que en algún momento, al andar con ese traje de mujer maravilla puesto, no podrás con todo, por más que así lo desees, por más que lo intentes, o por más que te lo creas.

Entendamos de dónde viene el conmemorar a la mujer en este día

Cada 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer, el cuál es un día para luchar por la igualdad, la participación y el empoderamiento de la mujer en todos los ámbitos de la sociedad. Este día se celebra en muchos países del mundo y en algunos es de fiesta nacional.

Por mucho tiempo se catalogó o etiquetó a la mujer, como el sexo débil, pero esto a cambiado a lo largo de los últimos 150 años, y hemos conseguido muchísimos avances positivos gracias a los movimientos en defensa del género femenino. El movimiento del 8M se hace año tras año más y más fuerte, y se sabe poderoso, como lo son cada una de las mujeres individuales que lo componen.

Existen diversos grupos, asociaciones, fundaciones, ONGs y mujeres en general, que siguen luchando cada año por acabar con los acosos, asesinatos de mujeres, violencia de género, brecha salarial y las desigualdades en todas sus formas.

El tema para esta año 2021 es: Mujeres líderes: Por un futuro igualitario en el mundo de la Covid-19

La crisis generada en el mundo a causa del COVID-19 y la pandemia, ha puesto de manifiesto la importante contribución de las mujeres y también las cargas desproporcionadas que solemos soportar.

Y es precisamente por esto último, que yo siento, que hay que ponerle un ojo a entender bien lo que verdaderamente se quiere y se busca con estos movimientos, y no caer más allá, donde por creer que nos estamos empoderando, realmente lo que hacemos es disfrazarnos de mujer maravilla. Recuerda que ésta solo existe en las películas, es fantasía, por eso si puede verdaderamente con todo y más.

Y es que a veces, muchas nos tomamos tan a pecho los discursos de empoderamiento femenino, que no niego son maravillosos, pero en algunos casos nos confunden y terminamos distorsionándolo en nuestra contra. Generamos todo un caos para nosotras mismas, al intentar resolver siempre todo por nuestra cuenta, solo por sentirnos supuestamente “empoderadas” y decir “yo puedo sola”, aún cuando por dentro sabes que te estás quebrando. Esto nos pasa por creernos auto suficientes, por creernos el personaje de la mujer maravilla.

La vida misma y la sociedad me atropellan la maternidad…

Que piensas al oír esta frase?

Resuelta que hoy día, la mujer, por este mismo tema sociedad, en el que ahora sale a la calle, por los mismos derechos y deberes que los hombres, es juzgada, señalada y hasta maltratada al convertirse en mamá, y los niveles de exigencia de una persona que ahora tiene mucho trabajo extra no remunerado son superiores en todo aspecto. Incluso de ella misma.

Pienso que la sociedad, ha buscado tanto empoderar a la mujer, que sin querer, nos hemos vuelto tan expertas en tantas áreas profesionales, que al convertirnos en madres, nos pega muchísimo el pausar dicha área, por intentar, querer y/o necesitar ejercer nuestro natural rol de madre. También pasa, que empezamos a sentir culpas por desear apartarnos del rol de madres, para intentar continuar el de la mujer profesional y exitosa.

Entonces nos desvirtuamos, sacamos el látigo o empezamos con los golpes de pecho. No necesariamente una mamá en casa, deja de ser una mujer maravillosa, y no necesariamente una mamá que sigue sus sueños de desarrollarse profesionalmente y sale a la calle, deja de ser una mujer maravillosa.

Pero la sociedad nos empuja, nos señala, nos juzga y hasta nos presiona y nos exige…

Y la mujer, al convertirse en mamá, comienza a vivir momentos rudos de frustración, por desear o no, estar en donde está, o por desear estar en ese otro lado y no poder estarlo, deseamos estar en ambos a la vez y que todo sea perfecto, y esto, lamentablemente es irreal. Pienso que aun, si la Mujer Maravilla diera a luz, ni ella podría realmente hacer todo a la vez de una manera perfecta.

Y todo esto nos ha llevado, a querer con todas las fuerzas ser todo a la vez, a sobre exigirnos muchas, muchísimas veces más de lo que podemos dar, a señalarnos y juzgarnos y hasta compararnos con las demás.

La sociedad hoy día nos empuja a ser trabajadora, emprendedora, esposa, ama de casa, hija, tía, hermana, comadre, amiga, y mamá a la vez, en pocas palabras a idealizar el ser toderas, porque la mujer todo lo puede, y encima de todo, no dejar de ser exitosa en todo por ser ser mamá. Y que además es ser mamá a tiempo completo, donde también ejercemos el rol de maestra, terapeuta, psicóloga, enfermera, chef, nana, entre mil cosas más y sin derecho a equivocarnos ni quejarnos de no poder con todo.

Por eso insisto en que a la mujer, la sociedad y la vida misma, le golpea y atropella la maternidad…

Por qué? porque nos impulsan a hacer de todo y a creer ciegamente en que podemos con todo, que somos auto suficientes y autosustentables.

Las empresas muchas veces no contratan mujeres para no perder sus talentos y gestiones durante el lapso de tiempo obligatorio en que debe y va a maternar (reposos pre y pos parto), e incluso se incomodan porque luego de convertirse en madres, empiezan los permisos. Ojo y esto no lo digo yo, lo dicen hasta algunas personas de recursos humanos.

Y esto muchas veces nos lleva a postergar el deseo de ser madres, incluso gran parte de la sociedad ha cambiado la etapa en la que solía tomar decisiones de forjar familia, porque desean primero buscar el éxito profesional.

Las exigencias económicas también nos atropellan la maternidad, porque quizás muchas madres desearían de todo corazón poder durar más tiempo junto a sus pequeños, en esos primeros meses o hasta años de vida, pero el dinero, que hace falta, nos lleva a renunciar a ese derecho y deseo, por tener que salir a completar el pan.

Y todo esto nos lleva a convertirnos en esa mujer maravilla que puede con todo, y creernos a veces tan auto suficientes, que no somos capaces de delegar, o pedir ayuda, ni siquiera a papá o abuelas, tías o hasta algún amigo cercano. Y yo entiendo, que esto puede pasar en una madre soltera, y aun más si esta migra, pero no en una mami que cuenta con apoyo, pero no lo toma, no lo plantea, no lo pide o no lo acepta, por creerse “empoderada de manera equivocada. 

Veamos un poco lo teórico de la maravilla del empoderamiento femenino

Empoderarse es dejar de criticar y empezar a actuar. Es un movimiento al que todos debemos sumarnos para dejar de buscar “héroes que nos rescaten” y más bien encontrar líderes que nos aporten en el proceso de reconstrucción social que tanto necesitamos.

El empoderamiento femenino es el proceso que permite el incremento de la participación de las mujeres en todos los aspectos de su vida personal y social. Gracias a él, pueden ser dueñas de sus vidas e intervenir plenamente y en igualdad en todos los ámbitos de su sociedad, incluyendo la toma de decisiones y el acceso al poder.

En base a esto entendamos que:

El problema es, que muchas de las que en algún momento nos creemos la mujer maravilla, nos olvidamos que el empoderamiento femenino lo que mayormente busca es la igualdad.

Y esto no solo llama a lo profesional y lo sociocultural, en mi opinión, y viéndolo desde la ma-paternidad, habla entonces que, así como iguales en lo profesional, así como iguales en derechos y deberes y en lo sociocultural, entonces también así como iguales en los roles de la ma-paternidad, en los aspectos del cuidado, la educación y la crianza de los hijos, y también como iguales en el trabajo en casa, ese que nadie ve y que tanto demanda, simplemente así como iguales en todo. 

Muchos padres achacados a la antigua o criados bajo el machismo, no entienden esto, muchos otros dicen “ayudar” cuando papá realmente no ayuda, papá hace desde su rol que le corresponde en su deber y derecho de padre.

También pasa que muchas mujeres maravilla no delegan, bien sea porque tienen un compañero machista, o porque tienen un papá y/o esposo ausente, porque tienen ellas un pensamiento machista que les hace creer que el trabajo de los hijos es solo de la mujer, así como también pasa porque tienen un pensamiento de mujer maravilla y creen que son auto suficientes y siempre podrán con todo o inclusive pasa porque les da miedo delegarle a papá porque solo ellas lo saben hacer bien.

Yo no vengo a hablar mal de mi maravilla de género, ser mujer

Las mujeres somos increíbles, admirables y cómo no hablar maravillas de este bendecido género que me tocó la dicha de ser. Pero no somos la mujer maravilla y eso hay que dejarlo claro. Podemos y debemos empoderarnos si, claro que si, debemos seguir apoyando estos movimientos que han cambiado la historia humana, si por supuesto, pero no podemos confundir la gimnasia con la magnesia, porque son cosas muy diferentes. Empoderarte no es creerte auto suficiente y cargar tú con absolutamente todo.

Cuando estamos desde el rol de la mujer maravilla, vivimos los días atropellándonos nuestra maternidad, golpeándonos con látigos como mujeres y como madres, juzgándonos criticándonos y comparándonos y sobre exigiéndonos. La idea es sumar, no restarnos ese hermoso empoderamiento femenino, ni desvirtuarlo.

Muchas veces nos pasamos el día diciéndonos: “Tengo que hacer esto”, “tengo que hacer aquello”, “necesito más tiempo para esto o para aquello” y empezamos varias veces al día a decir, “horita dejo esto y le presto atención a los míos”, “ya casi termino, un ratito más y ya”, “ya va hijo, ya voy”, “ya va dame chance hija, ya te atiendo que estoy ocupada”, “espera, ya te atiendo que todavía tengo que”… solo queriendo cubrir todo.

Y así se te va el día, y cuando vienes a ver, se te va la maternidad… llega la noche y empiezas a darte con el látigo, “hoy no me rindió nada”, “siento que no le preste atención hoy”, “ay no lo vi cuando me habló”, “casi no jugamos hoy”, “llegue y ya estaba dormida”, “lo regañé demasiado por estar estresada”, “fue un día perdido, como mamá soy horrible”.

Todo esto podría cambiar, tan solo si dejaras de creerte la mujer maravilla. Delega, pide ayuda, acepta el apoyo, trabaja en equipo, y date un tiempo y un respiro, como mujer y también como mamá.

Lo que busco resaltar 

En este artículo busco resaltar, que no tenemos por qué poder con todo, y menos aún si contamos con apoyo, porque puedo entender esto de una madre soltera, y más aún si está mami soltera migra, pero no si es de una mami que cuenta con el apoyo de papá o de algún otro familiar o grandes amigos cercanos y simplemente no busca hacer que funcione. 

Y si, quizás puedas con todo y más, porque realmente eres maravillosa, eres una gran mujer, pero, no tienes por qué cargar todo tu sola, no eres la mujer maravilla, tan solo eres una maravilla de mujer.

Feliz día a todas las maravillosas mujeres que hoy me leen.

Autor:

Michelle Mendoza

MamiArcoiris

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